La abdominoplastia constituye una práctica quirúrgica compleja que requiere realizarse de la mano de un profesional, acompañado de alta tecnología. Su objetivo recae en la reconstrucción de la pared abdominal, buscando mejorar la estética de la zona al extirpar excesos de piel y grasa, reforzando el área; sumado a esto, puede generar mejoras funcionales derivados de la flacidez de la dermis. Cabe destacar que es posible tratar hernias umbilicales con dicho procedimiento.
¿Quiénes son candidatos a una abdominoplastia?
Si bien la operación de piel sobrante en el abdomen tiende a ser más habitual en el público femenino, para afinar la figura sobre todo tras varios embarazos donde la dermis del área se ha extendido sin poder recuperar su forma inicial en algunos casos; dicha operación también puede ejecutarse sin inconveniente en hombres. Los candidatos suelen ser individuos con buen estado de salud que no logran deshacerse del cúmulo de grasa abdominal a pesar de hacer dieta y ejercicio.
Asimismo, se recomienda para aquellos que han perdido peso y consecuentemente, han quedado con un exceso de piel por la falta de elasticidad de la misma. Sumado a esto, con el procedimiento quirúrgico pueden tratarse cicatrices de cesáreas con adherencias o un mal acabado, así como estrías y diástasis abdominal (cuando se separa el músculo del recto del abdomen).
Igualmente, es recomendable para mujeres que desean nuevos embarazos, para tensar los músculos verticales de la zona. Un sector que recurre bastante a este proceso son aquellos individuos obesos que se han realizado operaciones bariátricas y han perdido laxitud en la piel, además de consecuencias a nivel funcional.
¿Y quiénes no son sujetos a la intervención?
Los profesionales en la salud establecen que aquellos individuos que aun posean obesidad moderada o severa y aun deban perder peso, deben abstenerse de la abdominoplastia. El proceso se centra en un modelado y reconstrucción de la pared abdominal, no es una cirugía destinada a la eliminación de la grasa como la liposucción.
Además, todos aquellos individuos con enfermedades varias como hipertensión arterial, arritmias, hernias complejas, diabetes mal tratada o descompensada, no son candidatos al proceso.
El proceso para planificar la cirugía
En la primera consulta el cirujano se encarga de evaluar el estado de salud en general del paciente, definiendo la amplitud de la zona con depósitos de grasa y observando el tono de la piel. Se realiza un examen físico, análisis de sangre, así como un electrocardiograma. Aquellos individuos fumadores deben suspender dicho consumo al menos 3 semanas previas y debe evitarse la ingesta de medicinas que perjudiquen la coagulación. El día de la cirugía se debe contar con una ayuna de por lo menos 8 horas.
¿Cómo se lleva a cabo una abdominoplastia?
La abdominoplastia al ser una intervención mayor, siempre se realiza en quirófano bajo anestesia general o con una epidural. Es un procedimiento que puede demorar de 2 a 5 horas, en el cual se hace una incisión encima del pubis que se extiende de cadera a cadera, la cual, si bien es larga, puede ocultarse perfectamente bajo el bikini.
La recuperación
Tras la cirugía se puede notar inflamación abdominal, molestias o dolor que pueden manejarse con el consumo de analgésicos, asimismo, se coloca un vendaje compresivo por 24 horas con dos drenajes para dar salida a cualquier secreción; estos últimos se retiran luego de 2 días. Posterior a ello se debe usar obligatoriamente una faja particular por 8 semanas.
Es necesario mantener reposo absoluto por una semana y una suspensión total de deportes o actividad física demandante hasta contar con una buena cicatrización. Asimismo, los primeros días el paciente deberá caminar encorvado para evitar tensar demás el área abdominal, así como dormir con la cabeza levantada y piernas flexionadas.
La abdominoplastia es un proceso que requiere el trabajo de un equipo multidisciplinario, de hecho, tras la cirugía el paciente deberá acudir a tratamientos con kinesiólogos o esteticistas para mejores resultados.